Aprovecho la mención a estas dos poblaciones para destacar el precioso puente gótico-romano que nos encontramos cuando de camino de una a otra se cruza el "Riu de les Truites", frontera entre Aragón y el País Valenciano y que fue por el cual el rey Jaime I cruzó y pisó por primera vez las tierras del Reino de Valencia.
Por cierto, aprovecho para decir que el término Comunidad Valenciana para designar nuestra tierra me parece espantoso y creo que incluso nos desmerece y empequeñece como pueblo. Cualquiera de los otros dos, me parece mucho mejor.
Si queremos entrar a la comarca de Els Ports y venimos desde el sur, el camino más corto y el más recomendable es subir a la misma por el puerto de Ares. Tanto Ares del Maestre como Villafranca pertenecen oficialmente a la comarca de “L’Alt Maestrat”, pero la barrera geográfica del puerto de Ares y la pura lógica indican claramente al visitante que forman un todo indivisible con Els Ports. La subida al Coll d’Ares (1173 m) es realmente bonita. Desde algunas de sus pronunciadas curvas podemos ver la población de Ares en lo alto, junto a la Mola d’Ares. Salvando las distancias, la visión nos puede recordar a un cuento de Tolkien, con esos castillos imposibles en lo alto de escarpadas montañas.
Al pasar el puerto de Ares y después de la bifurcación a Castellfort, nos encontramos con una gran planicie a 1000 metros de altura, rodeada de montañas. Esta planicie fue utilizada como aeródromo durante la Guerra Civil. Las vistas de esta planicie desde la Mola d’Ares son impresionantes. Lástima que desde hace un año, una horda de aerogeneradores equiespaciados como colmillos en la cresta de la montaña que discurre paralela a la planicie, desmerecen un poco la vista.
Comentar en este blog todos los detalles de esta comarca se haría muy largo. Es una comarca de leyendas y tradiciones, fiestas populares, patrimonio y folclore de un valor incalculable. La he visitado bastantes veces, desde que era muy pequeño, y siempre me ha atraído como un imán. Los recuerdos de cuando fui de pequeño a algunas bodas de familiares maternos se me han quedado grabados muy gratamente en mi memoria. Recuerdo siempre a todo el mundo muy amable, muy feliz y como libre de malos rollos.
Merece la pena visitar todos sus pueblos, pero por destacar algunos además de los comentados, os dejo los enlaces: Forcall, Castellfort, Cinctorres, Zorita y por supuesto la capital, Morella.
Podéis alojaros en buenos hoteles (principalmente en Morella), o bien optar por una de las numerosas y auténticas casa rurales que ofertan todos sus pueblos. La gastronomía también es otro aspecto a disfrutar. Os recomiendo el restaurante El Faixero en Cinctorres. No dejéis de probar el ternasco o alguno de los platos preparados con trufa (muy abundante en los campos de la comarca) y de postre no privaros de una cuajada.
En otra ocasión hablaré de los pueblos limítrofes del Maestrazgo turolense, que también he visitado en muchas ocasiones.
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